De la nieve, del frio, pasamos al calor intenso de la playa, al olor del maR.
Pinto todo de blanco. Me dibujo un globo rojo en la mano. Lo agarro y me hace volaR.
Vuelo. A otro lugar, donde no hay nada. Donde no hay nadie.
Donde solo suena Janis bajito, como música de fondo. Donde solo están mis lentes, y mis libros de cortazar.
Donde hay olor a vainilla, y están mis zapatos ordenados.
(Como me gusta enumerar las cosas que me gustan, y las que no, compararlas, mezclarlas de manera aleatoria, donde no tiene sentido que estén juntas pero lo están).
El mar, el viento, la arena, el micro, el calor, el frio del aire acondicionado, me dieron ganas de escribir.
Siempre al inspiración va en contra de todo. Nunca llega cuando querés que llegue. Ni cuando necesitás usarla porque tenés mil cosas en la cabeza. Ella, actua de manera independiente a uno mismo. Es casi como un alter ego.O mi propio subconciente. O mi conciente, llevado a la letra.
En fin. Que lindo que es viajar en tren. Quiero hacerlo más seguido.
(rio menos cuando más lo intento).
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