La Naranja con Botas.

Vuelvo y me veo al espejo. Te veo a vos. Roto. Quebrado. Te veo inquieto, de tanto en tanto lleno de vida, y otras marchito. Innecesariamente escribo y te escribo. Te describo tan facilmente que, no veo el porque no hacerlo.

Quiero creerte y crearte. No crearte sino convertirte. Darte el beso y que dejes de ser un sapo detrás de tantos otros, y te conviertas en un principe color miel con olorcito a jazmines.
Rey, reina, principe, princesa, cenicienta o blancanieves. Sinceramente ya da igual.

¿Qué es lo mejor para vos?
Sólo vos lo sabés.
Solos venimos a la vida, y solos vamos a morir. Mientras/Durante estemos en ella nos rodeamos de personajes unicos. Que no queremos dejar ir, JAMÁS. Pero reintero, solos venimos...solos nos vamos.
No sos mi otra mitad, ni mi complemento perfecto, ni mi media naranja. Somos dos naranjas separadas, que decidimos (pasado o presente?) rodar por el mismo camino, dejando que nuestras escencias se mezclen en el viento y formen una sola. Una escencia, dos naranjas.

Es una eleccion el camino que tomamos, porque queremos recorrerlo juntos o  es JUSTAMENTE al reves?  La ruta que yo elijo, es casualmente la misma que vos elegis y por eso llegamos a la misma meta al mismo tiempo?

Mi camino, lo estoy armando. No elijo ninguno. Ni dejo que nadie lo haga. Me encantaría recorrerlo a tu lado. Pero necesito, que, te pongas las botas de lluvia, traigas un abrigo, y una mochila gigante, para poder cargar todo lo que necesitemos, porque el camino es arduo, y ambos sabemos que se nos van a presentar todos los climas habidos y por haber. (Puede incluso nevar, como aquel 9 de julio, tan frio.).

Y en ese camino, solo estamos nosotros.

Dos naranjas, con botas de lluvia.

Dos naranjas.

Dos botas naranjas (o Cuatro?)

Botas

LLuvia.

Naranjas.

Yo.

Vos...

Vos...

Vos...