Ladrillo a ladrillo

Cuantos comienzos sentí tan cerca como éste?


Me da miedo, me asusta. Corro, me escondo atrás de esa columna, esa misma que yo hoy decido crear para esconderme de la inmesidad que traes con vos. De eso que parece ser amor, que tiene ganas de ser amor, pero que aún no puede serlo...

Todavía no están sólidas las bases y lo único que haríamos sería construir castillitos de papel. Hermosos castillitos de papel, que en cualquier momento podrian caerse, volarse con el viento. Al igual que vuelan las palabras. (y yo, ésta vez, tengo planes de edificacion).

No puedo negar que me dejas atónita. Me das una nueva perspectiva, me dejás creer en vos, en mi. La comodidad, la manera que fluyen las palabras cuando hablo con vos, es casi tan parecido a como fluyen las ideas que plasmo en los escritos. Escribir se hace parecido a hablarte, (Y, por si no lo sabías, escribir es lo qe más disfruto, LEJOS.) lo cual hace que hablarte sea en una de mis actividades preferidas.

Me entendés, me escuchás. Me hacés quererte. (y que lindo es, por favor!).
Sos todo aquello que alguna vez idealicé, y hoy puedo decir con agrado, que te tengo al lado mío.
De a poco, sin apurarnos, tomandonos nuestro tiempo, creciendo, siendo, compartiendo cosas vamos a ir construyendo nuestro castillo Principito. Ladrillo a ladrillo. Juntos.






(Preparate para construir, que ya arranca la obra...)